Asociación de la Medalla Milagrosa

Crecer en la Fe

La Asociación de la Medalla Milagrosa tiene una rica historia y una herencia católica que se remonta a 1918, aquí en Perryville, Missouri.

Este importante ministerio, establecido por los sacerdotes y hermanos Vicentinos, ha logrado acercar a millones de personas a Jesús por medio de María.

Hoy en día, como parte de una organización internacional dedicada a la Virgen María, seguimos haciendo muchas de las mismas cosas para inspirar, preservar y proteger nuestra fe.

Estamos en el proceso de renovar nuestro Santuario Nacional, la iglesia y la gruta de la Medalla Milagrosa para garantizar que conserven su gran belleza y dinamismo.

Como parte de la renovación crearemos un Sendero del Rosario para recordar a nuestros visitantes la importancia de nuestra fe.

Con el apoyo de nuestros miembros, que poseen una gran devoción y una profunda fe, estos campos son verdaderamente un lugar especial y espiritual.

Es un privilegio recibir sus llamadas, cartas, mensajes electrónicos y visitas al Santuario. Independientemente de dónde se encuentre en su jornada espiritual, la Asociación está aquí para escucharle y acompañarle en oración por sus necesidades.

Qué Dios le bendiga y le brinde sustento para seguir creciendo en la fe, la esperanza y el amor.

Historia de la Medalla Milagrosa

¡La Medalla de la Inmaculada Concepción —popularmente conocida como la Medalla Milagrosa— fue diseñada según las indicaciones de la misma Santísima Virgen! Por eso no es de extrañar que obtenga tan extraordinarias gracias para aquellos que la llevan puesta y rezan por la intercesión y el socorro de María.

Oración a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

Que esta Medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección, y nos conserve en la gracia de tu Hijo.

Oh Virgen poderosa, consérvanos siempre a tu lado en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos, la gracia de una buena muerte, para que en unión contigo podamos gozar para siempre de la eterna felicidad.

Amén.

Apoye la misión de María

Ayude a promover la maternal intercesión de María en las personas en necesidad de consuelo, cuidado y enseñanza.

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