“DIOS MÍO, DIOS MÍO, ?POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?”
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Ya estamos al comienzo de la Cuaresma, un tiempo de preparación importante para todos los
cristianos. Esa preparación nos conduce a la Semana Santa, a la Pasión del Señor, una Pasión que
nos enseña que el abandono y sufrimiento de Jesús fueron el precio de nuestra salvación.
Todos conocemos esta frase de Semana Santa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?”. Son esas palabras tan profundas las que nos llevan al corazón del mismo Cristo,
al momento de su mayor sufrimiento.
El verbo “abandonar” en la Biblia aparece en momentos de extremo dolor: en amores
traicionados; en hijos rechazados y abandonados; en situaciones de repudio, viudez y orfandad;
en matrimonios agotados; en la opresión de la injusticia y la soledad de la enfermedad.
En la Cuaresma podemos entregar a Jesús y a María nuestras propias cargas y sufrimientos,
pues ellos saben mucho de pruebas y dolor. Puede ser una difícil enfermedad, una situación
económica que nos causa angustia, un familiar que se encuentra lejos, la muerte de un ser
querido. Cualquiera que sea la situación, Jesús y María están siempre a nuestro lado.
Con su sufrimiento, Jesús se hizo solidario con cada uno de nosotros hasta el extremo, para
estar con nosotros hasta las últimas consecuencias. Para que nadie pudiera considerarse solo e
insalvable.
Le invito a vivir juntos en oración este tiempo solemne de preparación y conversión.
Permítame recordarle a usted y a su familia en nuestras celebraciones de Cuaresma, Semana
Santa y Pascua aquí en el Santuario de la Virgen.
Solo use su hojita de respuesta, para mandarme las intenciones que le sean más urgentes en
este momento. Así las recordaremos en nuestras misas y oraciones durante este tiempo sagrado.
Además, para conmemorar este tiempo de oración y renovación, hemos seleccionado y
bendecido en el Santuario dos artículos especiales para usted. El primero es un Tapiz colgante
de la Última Cena para conmemorar el momento de comunidad que vivió Jesús como
despedida de sus discípulos. Puede recibir su Tapiz de la Última Cena con una ofrenda de $25
o más. También puede solicitar un Rosario plateado con cajita conmemorativa de la Última
Cena, para rezarlo durante este tiempo especial. Puede recibir su rosario y cajita por una
ofrenda de $44 o más.
Espero recibir sus peticiones de oración en cuanto le sea posible para orar por usted y su
familia. Si desea recibir uno, o ambos regalos, solo marque su hojita de respuesta al enviarme sus
intenciones de oración. Ambos artículos han sido bendecidos en el Santuario de la Medalla
Milagrosa.
Las ofrendas de miembros de la Familia de la Medalla Milagrosa como usted, son la vida de
nuestros ministerios. Con la donación que sea su voluntad, o al encargar uno de estos regalos de
Cuaresma, usted ayuda a la Asociación de la Virgen a seguir promoviendo la devoción a María y
a su Medalla Milagrosa.
En estos días santos que se aproximan, acerquémonos a Jesús cruci cado. Contemplándolo a
él, herido y despojado de todo, reconozcamos nuestra propia verdad. Presentémosle todo lo que
somos y dejemos que renueve en nosotros la esperanza de una vida nueva.
Siempre con la Virgen María,
Rev. Prudencio Rodríguez de Yurre, C.M.
Director Espiritual
P. D. Por favor recuerde enviarme sus intenciones de oración en su hojita de respuesta. También
indíqueme si desea recibir su Tapiz de la Última Cena o su Rosario con cajita de la
Última Cena bendecidos. ¡Que María, madre de Jesús resucitado, le acompañe en su
experiencia cuaresmal!
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