Los milagros todavía existen

Si al leer esta carta solo puede quedarse con una cosa, espero que sea el mensaje de esperanza de la Medalla Milagrosa: “¡Todos los que la lleven puesta recibirán grandes gracias!”, incluyendo usted.
Esta es la promesa de Nuestra Señora. Cuando María se apareció a santa Catalina Labouré en 1830, le pidió que acuñara una medalla según su visión y le dijo:“Ahora deben dársela a todo el mundo y a cada persona”. ¡En menos de 10 años se habían distribuido más de 100 millones de medallas en todo el mundo! Casi inmediatamente, las bendiciones empezaron a derramarse sobre quienes llevaban puesta su medalla. Milagros de gracias, salud, paz y prosperidad siguieron, y la gente comenzó a llamarla la “Medalla Milagrosa”.
El testimonio de este miembro de la Asociación es una señal de lo que sucede cuando creemos en la promesa de María: “derramaré gracias sobre quienes rezan con confianza”.
“En 1998 me diagnosticaron con cáncer de seno. Había llevado una Medalla Milagrosa al cuello por muchos años. Le prometí a la Santísima Virgen que se me ayudaba a superar la mastectomía parcial y la radiación, nunca me quitaría la medalla. Le agradezco mucho a Nuestra Señora por su intercesión y nunca me he quitado la Medalla Milagrosa. Ella es mi testigo del poder de la medalla de María”.
Por favor reciba una Medalla Milagrosa como un regalo de la Asociación. Si ya tiene una Medalla, puede compartir esta con otra persona que necesite las bendiciones de la Virgen María.
Me gustaría que tuviera en sus manos esta Medalla Milagrosa. Le invito a rezar y recibir las gracias que la Virgen promete a quienes llevan su medalla con devoción. Únase a miles de personas que han experimentado la milagrosa intercesión de la Virgen María desde 1830.
Será un privilegio rezar por usted. Las intenciones de oración que me envíe hoy las presentaremos a la Virgen durante nuestras Novenas, misas y oraciones en el Santuario de la Nuestra Señora.
No deje que el mensaje de esperanza y bendiciones de la Virgen se quede a la puerta. Recíbalo y hágale un espacio en su hogar para que derrame sus gracias.
Y las bendiciones espirituales pueden seguir derramándose al hacerse miembro de la Asociación de la Medalla Milagrosa si aún no lo es.
Por favor ayúdenos a promover la devoción a la Virgen al solicitar medallas para compartir con familiares, amigos, compañeros de trabajo y de su comunidad.
Por una ofrenda de $5, puede solicitar una Medalla Milagrosa bendecida de resina epoxi como la que está sujeta a esta carta. Con una ofrenda de $20, puede solicitar 5.
Recuerde, los milagros todavía existen; ¡especialmente para usted! Que la Virgen María y Nuestro Señor Jesús obtengan para usted la gracia y la misericordia de Dios.
Siempre con la Virgen María,

Rev. Prudencio Rodríguez de Yurre, C.M.
Director Espiritual
P.D. Si lo desea, puede encender una veladora en el Santuario de la Virgen por cualquier petición que tenga para la Madre de Dios.