Oh glorioso San José, tú fuiste elegido por Dios para ser el padre adoptivo de Jesús, el más puro esposo de María siempre Virgen, y la cabeza de la Sagrada Familia. Has sido elegido por el Vicario de Cristo como el patrón y protector celestial de la Iglesia fundada por Cristo. Así pues, es con gran confianza que imploro tu poderoso auxilio para toda la Iglesia en la tierra.
Protege de forma especial, con verdadero amor paternal, al Papa y a todos los obispos y sacerdotes en comunión con la Sede de Pedro. Sé el protector de todos los que luchan por las almas en medio de las pruebas y tribulaciones de esta vida, y haz que todos los pueblos del mundo puedan seguir a Cristo y a la Iglesia que fundó.