Oración a María, Madre de la Iglesia
Elija una oración:
- Acordaos
- Acto de consagración a la Virgen
- Ángelus
- Bajo tu amparo
- Bendita sea tu pureza
- Magníficat
- Ofrecimiento a la Santísima Virgen
- Oración a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Oración a la Virgen de los migrantes
- Oración a la Virgen Inmaculada
- Oración a María por los miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa
- Oración a Nuestra Señora del Pueblo
- Oración a Nuestra Señora para la sanación
- Oración de consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa
- Oración de san Alfonso de Ligorio
- Oda a la Asunción de María
- Oración a María, Madre de la Iglesia
- Oración a Nuestra Señora por la Sanación
- Oración a Nuestra Señora de Guadalupe
- Oración a Nuestra Señora de los Dolores
- Oración a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Oración a María, Madre de la Iglesia
Oh Virgen María, Madre de la Iglesia, a ti nos encomendamos a nosotros mismos y a toda la Iglesia.
Guía y ayuda a nuestro Santo Padre y a nuestros obispos en su misión apostólica, y ayuda a todos los que les ayudan en su trabajo.
¡Madre de la Iglesia!
¡Ilumina al Pueblo de Dios por los caminos de la fe, la esperanza y el amor! Fuiste dada a nosotros como madre por tu divino Hijo en el momento de su muerte redentora.
Acuérdate de nosotros tus hijos, apoya nuestras oraciones a Dios.
Preserva nuestra fe, fortalece nuestra esperanza, aumenta nuestra caridad.
Corazón Inmaculado!
Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en el corazón de los hombres de hoy.
De la guerra nuclear, de la autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos.
De los pecados contra la vida humana desde su principio, líbranos.
De todo tipo de injusticia en la vida de la sociedad, líbranos.
De la disposición a pisotear los mandamientos de Dios, líbranos.
De los intentos de sofocar la verdad misma de Dios, líbranos.
De la pérdida de la conciencia del bien y del mal líbranos.
De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos.
Oh María, sin pecado concebida, los que hoy estamos aquí reunidos nos ponemos bajo tu especial protección.
Resolvemos seguir tus pasos e imitar tus virtudes. Obtén para nosotros, oh tierna Madre, la gracia de ser fieles a esta promesa.
Amén.
